FAFHRD Y EL RATONERO GRIS. Dark Horse recupera la serie de comics de 1973, por Denny O’Neil, H. Chaykin y W. Simonson

La editorial americana Dark Horse comics, en esa labor de recuperación de series de Fantasía Heroica que mantiene desde 2003, cuando reinició la adaptación de Conan el bárbaro, publicará en junio un álbum con aquella mítica serie de 1973 en la que Denny O’Neil al guión y Howard Chaykin al dibujo (con otros como Walt Simonson o Jim Starlin) adaptaron las aventuras de Fafhrd y el Ratonero Gris, los grandiosos personajes de Fritz Leiber, inventor del término Espada y Brujería. Hagamos un poco de historia y hablemos de ello:

F&GM Portada DHEn 1972, Detective Comics (DC) buscaba desesperadamente – igualar el éxito obtenido por su competidora Marvel con Conan el Bárbaro, cuya serie alcanzaba un éxito sin precedentes desde 1970, siendo nominada cada año al Premio anual de la Academia de Cómics (lo obtuvo en 1971, como mejor serie de cómics, y en 1973 al mejor volumen individual, por su nº 24: La Canción de Red Sonja).

Decidieron entonces hacerlo a lo grande, utilizando otro autor de renombre en el género, Fritz Leiber y la serie Lankhmar, con sus carismáticos protago-nistas, Fafhrd y el Ratonero Gris (reseña sobre las novelas, siguiendo este enlace).  

Para ello, prepararon su aparición en un episodio doble de la serie de éxito Wonder Woman, junto a Catwoman (números 201-202, de mayo y junio de 1972), en un guión preparado por el conocido autor de ciencia ficción Samuel R. Delany, y adaptado por Denny O’Neil y Dick Giordano, donde anunciaron que Fafhrd el Bárbaro y el Ratonero Gris regresarían pronto con revista propia: Sword Against Sorcery (Espadas contra Brujería) que, como veremos tendría carencia bimestral.

Portada Wonder_Woman_202 y anuncio

         Portada de Wonder Woman #202, y anuncio de la nueva serie

Y en 1973 (número de Febrero-Marzo), la nueva serie llegó a los lectores, aunque con el título definitivo de Swords of Sorcery (Espadas de Brujería), siempre jugando con el término acuñado para el género por el propio Fritz Leiber (no lo traduzco como Hechicería, pues así es mas conocido). En ese primer volumen, O’Neil y Chaykin (con The Crusty Bunkers) se basan en el relato original El Precio del Sosiego (Espadas contra la Muerte), para construir una historia de 23 páginas.  El volumen incluía un texto en el que O’Neil, utilizando la frase de Bob Dylan «To live outside the law you must be honest» (Debes ser honrado para vivir fuera de la ley), presenta a los personajes y la ciudad corrupta de Lankhmar, y se declara fan incondicional de la serie y su autor:

Páginas de SofS 01

El número 2 (Abril-Mayo de 1973), y bajo el título «Revenge of the Skull of Jewels», recoge la adaptación del relato original La Casa de los Ladrones (Espadas contra la Muerte), con algún cambio narrativo y monstruito de por medio (era lo que se estilaba, más allá de una calavera enjoyada), aunque sus 24 páginas (23 y media) conservan la esencia de la historia.  Ambos episodios transcurren en la ciudad de Lankhmar, cargados de picaresca y desfachatez por parte ambos compañeros, con desafío incluido al Gremio de Ladrones en éste:

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En el tercer cuaderno (Julio-Agosto de 1973) Denny O’Neil se decide a incluir un episodio de factura propia, «Betrayal!» (¡Traición!), en el que aleja a nuestros héroes de la pérfida ciudad y los embarca como pasajeros en una nave que será atacada por piratas que raptan a una princesa. Abandonados a su suerte, consiguen regresar a Lankhmar, y dirigirse a una isla en busca del traidor… en un extraño barco volador construido por magos, y en compañía de una mujer alada a causa de la maldición de un hechicero… (bueno…).

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El siguiente cuaderno (nº 4, Septiembre-Octubre de 1973) vuelve a recoger la idea de un relato original de Leiber, La Nube de Odio (Espadas en la Niebla), que utiliza como base de una historia que resulta demasiado simple y corta; sólo 14 planchas.  Las otras 6 se dedican a «La Profecía», una historia de un joven Fafhrd en solitario, en los tiempos previos a su llegada a Lankhmar y unirse al Ratonero, de cuando aún andaba por el norte y pretendía ser un juglar y sanador, de voz aflautada.  Unos sucesos acaecidos antes incluso que Las Mujeres de la Nieve (Espadas y Demonios).  En esta última, el dibujo ya no es de Chaykin, sino de Walt Simonson.

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Por último, en el 5º cuaderno (Noviembre-Diciembre de 1973), y con dibujos de Walter SimonsonO’Neil adapta (esta vez de forma bastante fiel al original) el relato La Tierra Hundida (Espadas contra la Muerte), de nuevo sólo en 14 páginas. Las siguientes contienen otra historia de protagonismo en solitario, ahora del Ratonero, en aquellos tiempos que era aprendiz de mago y se llamaba simplemente Ratón (así se titula: «Sólo Ratón»), y recibe una costosa lección; sucede justo antes de El Cáliz Impío (Espadas y Demonios).  La historia fue escrita por George Effinger, con dibujos de Jim Starlin (no puede dudarse, pues hay personajes que recuerdan a Drax o Starfox) y Al Milgrom (una copia descarada y mala de Barry Smith).

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Con la terminación del año 1973 finalizó también la serie. Su continuidad no fue posible. Las ventas mandaban y aquella era la peor época para competir con un Conan desatado, al que Roy Thomas había sabido encajar con guiones excelentes, y un Barry W.Smith ya crecido dotaba de una fuerza épica incomparable.  Fue la época de Los Dioses de Bal-Sagoth o la Saga de Vilayet, con La Sombra del Buitre y La Canción de Red Sonja; imposible competir con aquella carga de salvajismo, aquella sensualidad desbordada, aquellos enormes ojazos de la pelirroja hyrkania… y John Buscema en puertas. Nadie podría…

Walt SimonsonPero fue una lástima: no le dieron tiempo a crecer, a crear su público.  Ni siquiera con el cambio de un Chaykin que prometía, pero aún incipiente y de trazo inseguro (sólo hay que fijarse en sus portadas, inmaduras salvo la segunda, en la que participó Berni Wrightson), al que salvaba el entintado y arreglos de The Crusty Bunkers (una caterva de autores variados entre los que destacaban Walt Simonson, Jim Starlin, Berni Wrightson, Mike Kaluta o Al Milgrom, que no dudaron en dejar su impronta o vestigios de personajes propios, y que conseguían que el rostro de los protagonistas varasen en cada página). Walter Simonson marca distancias en el quinto número y su portada; pero poco se podía hacer.

fafhrd-ratonero-gris-mignola-norma-fritz-leiberDark Horse reúne ahora la serie al completo en un volumen único de 136 páginas, bajo el título Fafhrd y el Ratonero Gris: La Nube de Odio y otras historias; una serie que no había vuelto a editarse desde entonces.

Unido al que ya publicó en 2007, reuniendo las adaptaciones de Howard Chaykin (esta vez al guión) y dibujos de Mike Mignola para Epic comic en 1991 (en España publicadas primero por Forum, y como tomo por Norma), forma una  bonita e interesante colección de relatos ilustrados de unos personajes que si no han tenido demasiado éxito en el cómic, son uno de los grandes de la Fantasía Heroica mundial.

Esperemos que también -como el tomo anterior- Norma Editorial se anime a publicarlo en castellano.  Sería un verdadero regalo para los aficionados.

Yo, que los tengo originales (adquirí la serie en los ’80, como base para un futuro artículo en Berserkr, que nunca apareció… hasta ahora), también lo agradecería.

JONATHAN CARTLAND Integral, I: Balada serena del lejano oeste.

Ficha Cartland I

No es habitual que en estas páginas dedique líneas a una historia del oeste; de hecho, creo que es la primera vez que lo hago.  Pero la ocasión lo merece, o eso pienso, porque aventura épica sí es, tal vez no tanto fantástica (aunque algún punto contiene), y calidad le sobra. Pero sobre todo, me gustan su enfoque y dibujo, y con eso es suficiente.

BisontesLa serie (de 10 álbumes) narra la vida de Jonathan Cartland, un hombre del S. XIX en el viejo oeste. Pero lejos del clásico estereotipo del cine comercial hollywoodiense que tan bien ha cultivado la bande des-sinée franco-belga en series de culto como Blueberry, McCoy, Jerry Spring, Comanche o Buddy Longway (que también me encantan; y la primera es, para mí, el mejor cómic del oeste que se haya escrito), Cartland adopta el enfoque humanista y sereno de la epopeya individual, cercana a la naturaleza y la cultura india que tanto impactó en los ’70 tras Las aventuras de Jeremiah JcarlandJohnson, película de Sydney Pollack con Robert Redford de protagonista.  Tanto es así, que los dos primeros álbumes no son sino trasuntos de aquel film mítico (como en ocasiones Blueberry lo es de otros), donde Cartland adopta el papel de Jhonson con variantes: cambian las circunstancias y las tribus indias, mas no el trasfondo del personaje, o los hechos que definen su historia.

ContraportadaCazador, trampero, el protagonista es un ingenuo, sereno e idealista, incapaz de soportar que humillen a otros o vivir mucho tiempo en la ciudad, como confiesa en algún momento; su carácter humanista le aleja por temporadas del hombre blanco, hacia la quietud natural y el espíritu indígena del piel roja, aún salvaje, a veces incluso cruel (como la propia naturaleza) pero sin doblez, con el carisma de su nobleza particular; unos seres humanos (los cheyenes) -como le dirá Ota Kte más adelante- cuyos «corazones cantan en armonía con el mundo, caminan por la misma senda.  La nación de los hombres blancos sólo ve lo superficial de las cosas, ha perdido el canto de lo que une».  Pero no todo en la naturaleza es agradable o sereno, y serán indios, los crown, quienes asesinen a su mujer, Nieve de la Mañana, y conduzcan a Jon a una senda de venganza, locura y alcohol, mientras deja a Ota Ktesu hijo recién nacido en los brazos de Black Turtle y sus hermanos Oglala. No volverá a verlo en este tomo, sino con el transcurrir de los años. Mientras tanto, vivirá las aventuras de un solitario, como guía y explorador para el ejército o terce-ros.

La acción del tomo, los cinco álbumes que lo integran, transcurre entre 1854 y 1861, justo antes de la guerra de secesión norteamericana; que llegará, aunque solo de pasada, blanc-dumont-bleu-de-coloriage-3a1fcomo noticia o efectos colaterales, en el siguiente volumen.  En éste, junto a la convivencia con los indios y sus costumbres, le acompañaremos en una caravana de colonos, en ese Último Convoy para Oregón, a través de penalidades naturales y humanas, hasta su tierra prometida. O, en El Fantasma de Wah-Kee, a bordo de uno de aquellos vapores que remontaban el río Missouri, pa-ra vernos envueltos en una conspiración de intereses económicos; una historia cargada de tintes mágicos y oníricos, en la que Cartland inicia el camino del sufrimiento que conduce a Wah-KeeMah-ho-Peneta, el Gran Espíritu, y será renombrado co-mo Wa-Pa-Shee, «Sacrificio»; con unas viñetas y escenas que recuer-dan a Richard Harris en Un hombre llamado Caballo, ese film excelente de Elliot Silverstein.  También, en cierto modo, los cañones escarpados y cuevas de Tukunavi en Arizona, en El Tesoro de la Mujer Araña, rememoran aquellos otros de El Oro de MacKenna, de J.Lee Thompson, aunque en el contexto de una historia muy diferente , menos épica y comercial que aquella.  El gran contraste de culturas vivido en aquella Rusoépoca de mezcolanzas quedará expuesto en Río Viento, cuando el conde alemán que contrata a Cartland como guía de caza decide construir su castillo en pleno territorio cheyenne, y una presa en su manantial sagrado.  La masacre se prepara en viñetas, lentamente.

Leyendo Jonathan Cartland abrimos una puerta a la inmensidad de aque-llos espacios abiertos, la soledad de las montañas vacías, los yermos y las estepas eternas… que se vuelven entornos cerrados, y hasta claustrofóbicos, con la llegada del hombre blanco.  Sus Laurence-Harléhistorias y aventuras son un catálogo de relaciones personales en pequeños núcleos cerrados, atrapados por la soledad inmensa y natural que les rodea; narraciones distintas a las de otras series del oeste, debido quizá al extraño caso de una mujer guionista de historias sobre hombres, como es Laurence Harlé (1949-2005), no tan conocida como otros creadores de westerns de la BD, pero que llegó a obtener el Alfred al mejor álbum del año en el Festival de Angoulême de 1988, por Los Supervivientes de las Tinieblas, octavo álbum de la serie, y todo un recetario de pensamiento cheyenne en boca de Ota Kte, que deberá aparecer en el siguiente volumen.

blanc-dumont-jonathan-cartlandPero para mí, más allá de esas historias diferentes sobre el lejano oeste de los pioneros, lo que en verdad destaca en Cartland es en el dibujo estilizado de Michel Blanc-DuMont, iluminado por los colores de su esposa Claudine. Inmaduro al principio, de trazo incipiente, fondos planos y aún inseguro en el primer álbum (recopilación de los episodios de 8-10 páginas publicados en la revista Lucky Lucke), el segundo (y las cuatro últimas planchas de aquel, añadidas después) suponen un punto de inflexión en el tratamiento de fondos y flexibilidad de movimientos que, influen-ciado siempre por el gran Jean Giraud, alcanzará madurez en Río Viento; aunque sin detenerse, avanzando cada álbum.  El paso Indiosinefable del tiempo por Jonathan Cartland  representa también (eso bueno tienen los integrales) una crónica de la evolución de Blanc-Dumont hacia un dibujo de trazo firme, ágil y suelto, y un realismo de movimientos natura-les, paisajes espléndidos y sombras elaboradas a plumilla, que recuerdan la precisión y técnica del grabado. Cada viñeta es una postal en sí misma (juzgad vosotros si no…).

Pero también evolucionan sus planchas: desde una composición simple y demasiado estándar, casi siempre en tres cuerpos horizontales y con pocas variantes, a una Indio tranquiloconcepción más amplia de la página, con la que experimenta e introduce viñetas, o las hace más grandes, en un diseño cambiante con el que, sin revolucionar el estándar de álbum franco-belga (ni pretenderlo), obtie-ne una lectura dinámica de la narra-ción, sin rupturas en su secuencia natural.   Y eso, sin más, es el cómic (tebeo, o bande dessinée en este caso).  Y por eso me gusta.

(Supongo que también por eso, en 1997, el maestro Giraud le llamó para hacerse cargo de la serie La Juventud de Blueberry, con Corteggiani al guión, en la que lleva 12 álbumes dibujados.)

Cartland Integral 2La edición castellana de Ponent Mon es exce-lente, como siempre, en esa magnífica labor de recuperación de cómics clásicos de todo tipo y contenido que viene realizando. Y entre ellos, el western ocupa un lugar destacado.  Espero con ansia la aparición del segundo volumen de Jonathan Cartland integral.  También me haré con él (aunque tengo los álbumes publicados en España, me falta el último de la serie aún inédito.  … Y, además, no tengo remedio).

Haceos con ellos, si podéis.  Os lo recomiendo.

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PD: Escribiendo ésto, me han entrado unas ganas locas de releer Blueberry, mi serie favorita del oeste: siempre que salía un álbum nuevo me leía antes los anteriores… pero son 54…  ( je, je…)  

Los próximos CONAN: XUTHAL DEL CREPÚSCULO

Portada de Eric Powell

Portada de Eric Powell

Volumen 19 [1] de la adaptación del cimerio al cómic por Dark Horse, y tercer arco argumental de la serie Conan el Vengador: Xuthal del Crepúsculo  (o el Anochecer, o la Oscuridad…, se ha traducido de diversas formas, pero la primera me resulta más evocadora), a cargo del guionista Fred Van Lente.  El volumen contiene dos historias en sí mismo: la que le da nombre, basada en el relato original de Robert E. Howard, y su continuación inmediata, Oasis de Sangre, que prepara y precede al siguiente volumen, verdadero peso pesado de la serie, Nacerá una Bruja, también original del autor tejano, con el que Van Lente finalizará su ciclo como guionista [2].

Ambas historias son diferentes entre sí, tanto por su contenido y origen, como por su realización gráfica: la primera, adaptación fiel del relato original de Howard y dibujada por Guiu Vilanova; la segunda, producto puro de cómic, nacido en la mente de su guionista como enlace y transición entre dos diferentes historias de su creador, dibujada por el ya conocido  (y por algunos odiado) Brian Ching. Las tratamos por separado:

XUTHAL DE LA OSCURIDAD:

CEV 13-14-15 Eric Powell

Portadas de Eric Powell (picar sobre las imágenes para ampliar)

Se trata de una de las historias más sombrías, tenebrosas y claustrofóbicas de Conan. Transcurre entre habitaciones cerradas, oscuros pasillos y mazmorras de una extraña ciudad solitaria y perdida en mitad del desierto de Kush, con extraños habitantes encerrados en sí mismos, sumergidos en el sueño autoinducido del loto negro destilado. En ella, Howard recrea un ambiente opresivo y de misterio, preludio quizás de esa obra maestra posterior que es Clavos Rojos.  Se trata también de una de sus historias con más tonos lovecraftianos, encarnados en el dios-demonio Thog al que adoran, temen yXuthal0 se someten sus ciudadanos: La Sombra Deslizante que cambió el nombre al relato publicado en Weird Tales y posteriores ediciones. Por último (así me lo pareció cuando la leí e imaginé de joven, sensación que mantengo), una de las obras más excitantes del autor, con una Thalis lasciva y malvada, y un demonio que destila lujuria por sus tentáculos sinuosos…

Van Lente adapta el relato en tres cuadernos, de forma fiel al original, pulcro hasta el extremo, sin quitar, añadir ni cambiar nada, con palabras casi iguales a las de Howard, sin pretender reescribirloXuthal00, igual que hacía Roy Thomas; una adaptación que respeta la idea inicial con que se concibió esta serie de cómics y valora al maestro en lo que es, guardando la imaginación creativa propia para historias intermedias que complementen la del cimerio entre episodios originales. Y eso, amigos -lo he comentado en alguna ocasión-, es un acierto que le honra y otorga valor (después hablaremos de fallos).

Xuthal1Cronológicamente, se mantiene el esquema propuesto por Dale Rippke (el anterior de Miller y Clark, seguido por Sprague de Camp y también Thomas, sitúa el relato 10 años más tarde), desde que el estudioso Joe Marek indicara que en El Diablo de Hierro se cita a «los comedores de loto de Xuthal», que Conan conocía de antes: en este episodio.

Su aspecto gráfico queda a cargo de Guiu Xuthal2Vilanova.  Y el de Barcelona sin llegar a alcanzar el canon Frazetta que define al personaje desde hace años y gusta a sus seguidores, procura un estilo más realista que el excesivamente caricaturesco de Brian Ching en la época Van Lente.  Su Conan se ve algo más cercano, joven y musculoso a un tiempo; Natala más atractiva y natural; Thalis relajada y algo viciosa, incluso despiadada y casi sensual, sin llegar a lasciva (¡ah, cómo hecho en falta a Buscema, Alcalá… o Giorello!).

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Con el difuminado de neblinas, un juego de sombras llevado hasta el contraste total en muchas de sus páginas, y ciertos reflejos de influencia de MignolaVilanova consigue recrear esa atmósfera opresiva y misteriosa del interior de la ciudad, y su monstruo cumple con el horror indefinido del sapo-sombra que describe Howard.

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No obtiene sin embargo el ritmo narrativo que posee Ching en ocasiones, en viñetas de acción; y algunas de sus interpretaciones llegan a chirríar por ucrónicas (esas grúas de construcción de la ciudad, en exceso actuales, o la inyección en vena del loto negro destilado ¿había nacido ya Miguel Servet…?).  Gráficamente, cumple sin sorprender, más que algunos de sus predecesores en esta versión del cimerio de Dark Horse.

OASIS SANGRIENTO:

Portadas de Jason Felix

Portadas de Jason Felix

Continuación inmediata del relato anterior, Van Lente construye este episodio como interludio y unión con el siguiente según Dale Rippke: Nacerá una Bruja, alguno de cuyos personajes presenta y comienza a definir en los cuatro cuadernos que lo componen.  Sin embargo, no sigue las consideraciones del ahora considerado biógrafo principal del cimmerio, quien en su ensayo La Tormenta Oscura indicó algunos de los posibles pasos seguidos por Conan y Natala tras su estancia en Xuthal: viaje hacia el Detalle periplo Dale Rippenoroeste bordeando el desierto, junto a una caravana en la que se enrola como guardia, con la que atravie-san la zona occidental de Darfar (donde conoce el culto caníbal que reencontrará más tarde en Los Antropófagos de Zamboula) y el lago Zuad (origen del pueblo Tlazitlan rebelde que se refugia en Xuchotl, según se narra en Clavos Rojos). El viaje finalizaría en Luxor, la ciudad más cosmopolita de Estigia, donde la pareja se separa y Conan parte hacia las Oasis1ciudades-estado de Shem, y de allí a Khauran. Todo un periplo de aventuras posibles por desarrollar, que Roy Thomas nunca habría dejado de utilizar, pero que Van Lentequiero imaginar que por exigencias de tiempo y el contrato firmado con Dark Horse– parece eludir y deja pasar de forma rápida, directa y nada consistente (confieso que, por lo demostrado en otros aspectos y personajes secundarios, esperaba mayor documentación y preparación del trabajo, sobre todo en lo geográfico…).

OasisEn su historia, Conan y Natala atra-viesan el desierto, en busca de ese oasis que Thalis indicó se hallaba a un día de marcha desde la ciudad. Por el camino, tras una tormenta de arena, encuentran a Valerius y un destacamento de tropas de Khauran (¿en serio…? ¿allí…? Mirad, por favor, el mapa donde recreo la propuesta de Rippke), que custodian un carruaje con cierta dama importante.  También se les une un extraño viajero solitario, Kerim Sha, que dice ser iranistaní, pero en quien reconocemos al príncipe turanio sicario de Yezdigerd, extraído de El Pueblo del Circulo Negro (primera colaboración de Van Lente para el personaje, ver reseña aquí). Juntos Oasis4alcanzan el oasis (más bien un gran lago en el desierto) y una ciudadela de torre alta, cuya llama elevada ilumina como un faro a los viajeros.  En la cercanía, los restos de una caravana quizás masacrada por los bandidos zuagirs de un tal Olgerd Vladislav.

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Oasis3La historia se hace más compleja con la presencia de la reina Taramis, una secta de monjes guerreros seguidores de Asura, cuya misión es mantener la luz del faro para combatir al demonio-sombra Nazu, su némesis; una banda de 100 mujeres asaltantes de caravanas, antiguas esclavas liberadas por Janissa, la Hacedora de Viudas [3], extraordinaria mujer-guerrera con estilo de lucha acrobática, antigua compañera de Conan y una muy digna oponente (no falta un nuevo combate entre ambos); y su anterior jefa, la Huesuda Dama de los Huesos, heraldo de dioses primigenios que, apagada la luz del faro, convoca a Nazu, el gran ancestral.  De nuevo pinceladas lovecraftianas en una historia que podría quedar mejor construida si no se saltara imposibles barreras de espacio para ganar tiempo, en esa reunión forzada de Taramis con los turanios en un desierto de Kush confundido con Shem.  Al final, Van Lente suspende en geografía Hiboria.

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Gráficamente, supone el regreso de Brian Ching, alabado en ciertos medios, y odiado Oasis2bpor viejos aficionados, que prefieren el canon clásico a su dibujo esquematizado y caricaturesco…, pero tremendamente expresivo, añadiría yo.  Y es que, una vez superada la reacción inicial contra su falta de realismo anatómico que muchos preferimos para Conan, hay que reconocerle el ritmo narrativo que imprime a sus páginas, con predominio (quizá en exceso) de la viñeta horizontal, esos cambios de enfoque y movimientos de cámara, en ocasio-nes cinematográficos, o el dinamismo de sus personajes en escenas de acción, la flexibilidad de unos cuerpos de trazo simple (y no tan simple), y la Oasis6bintensa expresi-vidad de unos rostros de gesto exagerado hasta el extremo; cualidades que, en conjunto, resultan muy efectistas.  Sí. Mirando más allá de los propios deseos se disfruta mejor de un cómic.

Natala deja a Conan para integrarse en las filas de liberación feministas de Janissa, y el cimerio se aleja hacia el horizonte de un Khauran lejano, donde le espera una cruz, y una de esas grandes historias que construyó R.E.HowardNacerá una Bruja. Confiemos en que su adaptación resulte digna…

CEV 20-25

Conan-0-Volumen[1] – 20 volúmenes, si contamos el tomo 0, Conan: Nacido en el campo de batalla, donde se narra su nacimiento, niñez y adolescencia en Cimmeria, hasta la toma de Venarium.

Una narración excelente con guión de Kurt Busiek y dibujos de Greg Ruth, que puedes recordar en este enlace a la reseña  que realizamos en su día.

CEV 21 Michael Atiyeh[2] – Adaptación en seis cuadernos de la historia homónima de Howard, de los que hasta el momento se han publicado cuatro, con guión de Van Lente y dibujos de Brian Ching. Cinco de sus portadas a cargo de Michael Atiyeh, y una de Simon Bisley (Slaine).  

CONAN2016 Mark Schultz Variante 1Dark Horse ya ha anunciado el siguiente arco argumental: Conan the Slayer (el Asesino), con guiones de Cullem Bunn y dibujos del español Sergio Dávila (conocido por su trabajo en Red Sonja, con un estilo que gustará a más de un nostágico).  Portadas de Lee Bermejo, más una especial de Mark Schultz para el primer cuaderno, que aparecerá en julio.

Portada triple de Sergio Dávila

Portada triple de Sergio Dávila para Dynamite (Red Sonja, Vampirella y Dejah Thoris)

JANISSA Cary Nord[3]Janissa the Widowmaker (la Enviudadora, o Hacedora de Viudas), excelente personaje creado por Kurt Busiek y Cary Nord en Conan#12 (introducida en el prólogo a El Dios del Cuenco), como contrapartida a la Red Sonja de Roy Thomas en Marvel. En español, sus aventuras juntos pueden encontrarse en el volumen 2 de la colección, Conan: El Dios del Cuenco y otros relatos.

Los próximos CONAN: LA HORDA MALDITA. Van Lente se hace con el personaje.

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Portada de La Horda Maldita,    por Dan Scott

Digamos de inicio que el segundo arco argumental de Conan el Vengador: La Horda Maldita, no contiene ningún relato o fragmento original de Robert E. Howard, aunque sí una versión de los sucesos previos a Xuthal del Anochecer (que llegará en el siguiente volumen) que se citan en dicho relato y concluyen con la huida de Conan y Natala en solitario hacia el desierto. Su guionista, Fred Van Lente, utiliza de hecho las tres primeras páginas del tomo y las cinco del final, para situar a la pareja a las puertas de la ciudad de los durmientes comedores de loto y la Sombra Deslizante.  Entre medias, el volumen reconstruye -como en el relato original de Howard– un largo flashback del bárbaro, que recuerda su paso por el ejército mercenario del príncipe rebelde Almuric de Koth, enfrentado al rey Strabonus, su saqueo de ciudades fronterizas de Shem, Estigia y Kush, antes de ser aniquilado por las fuerzas combinadas estigias y shemitas, y una extraña plaga negra convocada por los estigios(1). Al mismo tiempo, se las ingenia para relacionar estos hechos con los sucesos del volumen anterior, Sombras sobre Kush (reseña aquí), haciendo que Diana y Natala sean hermanas, conocedoras del paradero de un antiguo y

Portada de John Picaccio

Portada de John Picaccio

fabuloso tesoro estigio, que el bárbaro no puede dejar de buscar.  Pero también para enlazar con hechos previos del personaje en Dark Horse (2), que enriquecen y aportan continuidad a la serie.

Salvando algún que otro cambio menor (3) de importancia secundaria en la historia y personajes en pos de la construcción de su narración, reconozco que esas primeras sensaciones positivas sobre el trabajo de Van Lente que refería en la reseña anterior se van confirmando, pues el uso de guiños y referencias a situaciones conocidas demuestra un buen conocimiento y documentación sobre el personaje, que los seguidores siempre agradecemos.

Portada de Daryl Mandryk

Portada de. Daryl Mandryk

En el primer cuaderno, Conan, con algo más de 25 años, abandona Shumballa junto a la esclava Diana, los restos de la guardia real (un grupo llamado ahora «los bastardos de Amra«), y la intención de conseguir el fabuloso tesoro estigio, en busca de Natala, esclava en la ciudad shemita de Nippr (un claro remedo de la sumeria Nippur). En el camino se toparán con una extraña partida de salvajes ligurianos (¿?) al mando de un cimmerio renegado, Eamon el Desollado, que forma parte del ejército mercenario del príncipe Almuric.  Cuando éste se entera de la existencia del tesoro, a Conan y sus hombres no les queda más remedio que integrarse en el ejército rebelde para asaltar la ciudad donde se encuentra Natala.

Batalla de Nippr

Portada de Steve Ellis

Portada de Steve Ellis

Los dos siguientes cuadernos, aparte de reflejar intereses personales de algunos actores secundarios (alguno de ellos, estereotipos un tanto exagerados) de la trama, que la enriquece y consigue que no resulte plana en una sola narración, se centra en la conquista y saqueo de la ciudad de Nippr, descrito de forma ágil y violenta en diversas páginas dobles de acción intensa. También el encuentro entre las hermanas, la coalición de ciudades estados de Shem contra el ejército mercenario, y la entrada en liza de los estigios, centrado en un personaje que difícilmente un guionista de Conan podría dejar de utilizar: Thoth-Amon del Anillo Negro, convertido en el cómic en el enemigo excelso (aunque no directo) del cimmerio; en este caso por su interés por el tesoro estigio que persiguen, pues contiene algo que todo buen hechicero desea conseguir: el mítico libro de Skelos.

Thoh-Amon

Plaga NegraEl desarrollo de Thoth-Amon es curioso, pues es presentado como un ser de gran poder, envuelto en un enfrentamiento ancestral con otros príncipes y sacerdotes estigios a través de eones, que enlaza con la lejana Liguria o aliados arcanos de reminiscencias lovecraftianas, como Nyarlathotep. No es ésta una de las peores concepciones del personaje que he visto: al considerar que puede obtener un poder superior, se implica personalmente en los hechos, tanto en la eliminación del ejército que invade Estigia como en la captura de Natala, quien puede guiarle hasta el ansiado tesoro de poder ancestral.  Suyas son la nube de peste negra que asola la mitad de las tropas, o la intriga que consigue enfrentar a los supervivientes, más allá del truco (no por conocido menos efectista) de convertir en serpiente la espada de Conan.  Su presencia es tal que se erige en protagonista de los tres últimos cuadernos de este arco, aunque sus planes  no culminen con el éxito esperado, debido -como es de esperar- al cimmerio, pero también a Natala.

Portada de Anthony Palumbo

Portada de Anthony Palumbo

Ese es otro de los elementos que quisiera destacar: el papel que Van Lente otorga a las mujeres, al menos hasta el momento, lejos del rol pasivo que suele corresponder en otras ocasiones a las compañeras de Conan (más allá de las que son mujeres guerreras, y con la excepción -claro está- de la Devi Yasmina).  Tanto Diana como Natala han sido esclavas, y como tal se han visto obligadas a adoptar una actitud sumisa; pero cuando las circunstancias cambian y lo permiten, o es necesario, se rebelan y demuestran su personalidad, con un arrojo y valor que les ayuda a contrarrestar su indefensión.

Gráficamente, más allá de las buenas portadas que reproducimos, el dibujo de Brian Ching sigue el estándar que Dark Horse parece haber adoptado para el cimmerio en esta etapa de su vida (4): alguien mas joven y flexible, menos robusto y musculado, tal vez cercano al de Barry W. Smith de los orígenes (aunque ni por asomo comparable), dibujado también por jóvenes promesas como lo fue aquel.  El problema es que Smith evolucionó hacia una grandiosidad estética y estilística que no poseen los actuales dibujantes; la imagen del cimmerio se relaciona con unos estándares diferentes, y eso descuadra al aficionado. Comparemos si no la misma escena de inicio por Brian Ching y Alfredo Alcalá, y los rostros que ambos dibujantes aportan al personaje en un mismo momento.

Comparado Ching Alcalá

Todo es cuestión de estética, estilos, o gustos si queremos; por supuesto, considerando épocas y técnicas diferentes, color incluido.  El Conan de Ching no es el enclenque que imaginas de inicios, por mucho que lo parezca en alguna viñeta de dibujo excesiva-mente esquematizado; tampoco esa formidable mole de músculos que dibuja Alcalá o Valor DianaBuscema. Es el estilo lo que los hace diferente, mucho más dotado de realismo y cercano a la ilustración en el caso anterior. Sin embargo, el rostro de Ching corresponde a alguien más joven (más dotado también de cinismo que el siempre amenazador de Alcalá), apropiado para alguien con 25 años (5). Cuestión de gustos, ya digo.  Lo esencial en un cómic es que consiga transmitir sensaciones que construyan una buena historia.  Y hay que reconocer que, por momentos, Brian Ching lo logra, combinando escenas ágiles de acción, páginas dobles, cambios de vistas, e imágenes impactantes, por mucho que yo prefiera la estética realista del canon anterior, e incluso me disgusten algunos de sus dibujos, esquematizados en exceso, hasta un extremo caricaturesco.  Se pueden conseguir cuerpos jóvenes y elásticos, cargados de expresión, con un buen dibujo de estilo realista.  Quien lo dude, puede repasar los bocetos y dibujos de Greg Ruth para el volumen 0 de Conan: Nacido en el Campo de Batalla.

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Respecto a la historia, ya comenté que, de momento, y tras lo visto en otros casos, Fred Van Lente me despierta sensaciones positivas, que espero mantenga.  Me basta con que no pretenda reescribir a Howard, y sí complementarlo, utilizando para ello recursos y Sueños de papá herreroreferencias del mismo autor tejano (la muerte de Almuric, descrita en el texto en una referencia posterior; lo comentado de La Hora del Dragon…), al tiempo que suyos propios.  Y en este sentido, más allá de ciertos personajes demasiado estereotipados (la locura de Aemon; el noble Almuric, estúpido y odioso; Shuma, de exagerada venganza), me llama la atención la utilización de nuevo del inconsciente para recibir consejos o comentarios vitales de un padre herrero olvidado, que se aparece a Conan en sueños. Un recurso de reminis-cencias bárbaras, que me ha gustado. También esos giros de guión por los que un Thoth-Amon que se considera superior al salvaje, no le da muerte y deja opción a salvarse por sus medios, pero lo condena a la plaga y la rebelión de los suyos, para verse obligado después a salvar su vida, tras luchar codo a codo contra la Horda Maldita.

Parece que Van Lente le ha cogido el pulso al personaje y la serie. Le doy un voto de confianza, a la espera de su Xuthal del Anochecer (o el Crepúsculo) finalizado en junio.

Portadas de los tres números , por Eric Powell

Portadas de los tres números , por Eric Powell

NOTAS:

  1. En los recuerdos de los hechos que Conan realiza mientras se encamina hacia Xuthal del Crepúsculo no se menciona el uso de la magia negra estigia como motivo de la derrota. Pero sí en La Hora del Dragón, cuando los narra a Pallantides tras su pesadilla en el valle de Valkia, poco antes de la batalla contra el ejército de Tarascus«¡No! La Peste Negra no es una pestilencia común.  Acecha en las tumbas de Estigia y sólo acude al llamado de los hechiceros.  Yo era soldado de a pie en el ejército del Príncipe Almuric que invadió Estigia, y de los treinta mil hombres que formaban, quince mil perecieron bajo las flechas, y el resto de una peste negra que calló sobre nosotros en alas de un viento del sur.  Sólo yo sobreviví».  Van Lente así lo cita y utiliza, siguiendo a Dale Rippke, cuya nueva cronología sobre el cimmerio sigue Dark Horse.
  2. Se remonta a los orígenes de la serie, aún a cargo de sus creadores, Curt Busiek y Cary Nord.  En el tomo 2, donde se adapta El Dios del Cuenco, Conan protege a Kalanthes, sacerdote de Ibis, frente a Thoth-Amón, que utiliza para perseguirlos una plaga negra mortal de insectos y escarabajos.
  3. En los relatos originales, tanto Diana como Natala son esclavas, originarias de ciudades «civilizadas».  Pero si bien esta última es, en efecto, britunia, en la sinopsis de Howard Natala es descrita como nemedia, por lo que nunca podrían ser hermanas.
  4. Desde que Tomás Giorello dejó la serie, en el tomo 10, tras la adaptación de Sombras de Hierro en la Luna.  Es posible que su dibujo, cercano al de Buscema en la época de Marvel, y siguiendo también el estandar Frazetta se adaptase mejor a épocas más maduras del personaje, y eso que ha ganado la serie Conan Rey.
  5. Es cierto que la historia Xuthal del Crepúsculo / La Sombra Deslizante se sitúa en una época diferente, unos 10 años más adelante (tras El Pueblo del Círculo Negro), en la anterior cronología oficial, de Miller y Clark que sigue Roy Thomas en su época de Marvel.  Pero Joe Marek descubrió que en El Diablo de Hierro se cita a los comedores de loto de Xuthal, que Conan debía conocer, por lo que Dale Rippke la re-situó en esta época en su esquema revisado, hoy considerado oficial.

Los TARZÁN de Dark Horse.

Jungle Tales of TarzanHace unos días (18 de junio), mientras el blog estaba, caído comentábamos en facebook la publicación por Dark Horse de Jungle Tales of Tarzán, adaptación al cómic del libro original de relatos del personaje antes de conocer a Jane, que escribió Edgard Rice Burroughs, su creador.  Se trata de un volumen extenso (144 páginas, en tapa dura), que conforma una colorida novela gráfica con excelente portada de Daren Bader, en la que el guión de Martin Powell cobra vida a través de las diferentes imágenes de diversos dibujantes, noveles o conocidos (Diana Leto, Pablo Marcos, Will Meugniot, Nik Poliwko, Steven E. Gordon, Jamie Chase, Terry Beatty, Mark Wheatley, Sergio Cariello, Tomas Aranda, Carlos Arguello, Thomas Floyd, Thomas Yeates, Steve Price y Lowell Isaac), que aportan su visión personal del rey de la jungla y entorno, algunas de las cuales reproducimos (ampliables):

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Hay que reconocer que, en los últimos tiempos, la apuesta de la editorial por el personaje está siendo alta. Y no mediante interminables series de cómics-books que plantean nuevas aventuras u opciones (que también la tuvo), sino mediante la recuperación de su versión por los clásicos, como el mismísimo Hal Foster y sus páginas dominicales, en tres impresionantes volúmenes de gran tamaño (15 x 20 pulgadas, 38 x 51 cms), similar a aquella excelente edición de Bill Backbeard que presentó en nuestro país Ediciones B, en 1994.  Los tres volúmenes recogen las totalidad de las sunday publicadas originalmente en Los Angeles Times y Milwaukee Journal: 1931-1933 (vol.1, 2013, 200 págs.), 1933-1935 (vol.2, 2014, 200 págs.) y 1935-1937 (vol.3, previsto para octubre de 2015, 108 páginas), con un color remasterizado, similar al original.

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El maestro Foster, que ya había realizado en 1928 una adaptación de la primera novela a tiras de prensa, se hizo cargo de las páginas dominicales de Tarzán desde el 27 de septiembre de 1931 (después de 28 hilarantes páginas dibujadas por Rex Maxon, que horrorizaban a todos, incluido el mismo ERB), hasta mayo de 1937 cuando, cansado del personaje, decidió dejarlo en manos de Burne Hogarth, para dedicarse en exclusiva a la que finalmente sería su obra maestra, Prince Valiant.  Harold Foster, además de convertir al personaje en una joya imaginativa durante la Gran Depresión, dotó a Tarzán de esa imagen que conocemos y ha mantenido el personaje, incluso en el cine.

Tarzan Lord of the Jungle HogarthY es precisamente Burne Hogarth, su sustituto en las sundays, el siguiente autor que ha elegido Dark Horse para homenajearle. Pero esta vez no con las planchas dominicales que continuaron el trabajo de Hal Foster hasta agosto de 1950, en dos etapas, sino con esa otra recreación magnífica de sus aventuras que realizó el autor en los años 70, en formato novela gráfica, adaptando las novelas originales de ERB Tarzan of the Apes y Jungle Tales of Tarzan, con unas viñetas enormes de dibujo preciosista. En ambos trabajos y etapas, Hogarth confirió al personaje una elasticidad de movimientos únicos, repletos de agilidad y dinamismo.

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En junio de 2014, Dark Horse publicó su adaptación de Tarzán, Lord of the Jungle, un volumen de 244 páginas en blanco y negro con tapa dura, que representa también una Montena Hogarthpequeña joya para el aficionado.  En España ya la disfrutamos en 1983, en formato similar pero en color, bajo el título Tarzán de la Selva (Montena)  No confundir con la primera novela gráfica de Hogarth, Tarzán de los Monos (Montena, 1982), que utiliza la misma portada que ésta, y no ha sido recuperada aún por Dark Horse.  Algunos la conservamos como tesoro.

Estudio Tarzan por KubertLa dedicación a Tarzán por parte de la editorial no es de ahora.  Su catálogo es realmente extenso y de distinto tipo (106 items hasta el momento).  Pero nos centraremos solo en el formato libro, recopilación de obras previas.  Así, entre 2005 y 2006, dedicó tres volúmenes de la colección Dark Horse Archives (200-216 págs. en color, tapa dura, 16,8 x 24,5 cm), a la recuperación del material de Tarzán realizado por otro dibujante excepcional, Joe Kubert, quien aportó al personaje una imagen clásica similar a la de Foster y Hogarth, pero dotada de un peculiar salvajismo que debía serle inherente. Los volúmenes recuperan el trabajo que publicó en DC Comics entre 1972 y 1975 (mientras era director de publicaciones de la editorial).  Durante esta época, tarzan-de-joe-kubert-n1-el-origen-del-hombre-monoKubert devuelve a las ilustraciones del personaje la calidad gráfica perdida en épocas previas, tras los clásicos, al tiempo que un nuevo interés en el contenido de sus historias, pues utiliza para el guión las novelas originales de ERB, de las que adapta cuatro: Tarzán de los Monos, Historias de la Jungla, El Regreso de Tarzán, y Tarzán y el Hombre León.

Estos tres tomos de Archives son los que actualmente publica en España Yermo Ediciones, en uno más de esos excelentes trabajos que realiza, y que recomendamos a todo aficionado al personaje.

kubert DH ArchivesLos años de Jesse MarchSi, cuando finalice «Los años de Joe Kubert» (1 volumen por aparecer), Yermo decidiera continuar la edición de Tarzán con otros volúmenes de la serie Archives Dark Horse, cuenta con opciones para hacerlo, pues entre 2009 y 2011 la editorial amplió la serie con «Los años de Jesse March«, 11 volúmenes dedicados a la producción de este antiguo artista de la Disney para la editorial Dell entre 1947 y 1954 que algunos recordamos por su publicación bajo el sello de Editorial Novaro.  Sin embargo, y aunque en su momento causó sensación y atrajo muchos seguidores, se trata de una obra y dibujo de corte demasiado clásico, muy de la época, sin nada que ver con el preciosismo de los anteriores, y dudamos que alcance (por su extensión) suficiente atractivo como para hacerla comercial, más allá de los puros coleccionistas. Tarzán de Russ Manning Sí lo tendria, a mi entender, el volumen «Los años de Russ Manning» que apareció en 2012 recogiendo la obra de este autor, uno de los más aclamados intérpretes gráficos del rey de la jungla en cómics, ya en los años 60.  El volumen 1 (no han aparecido más desde entonces) recopila sus adaptaciones de las novelas Tarzán de los Monos, Tarzán y las joyas de Opar, y Tarzán el indómito, que publicó el autor en la Gold Key (entre 1965 y 1969) poco antes de realizar su trabajo en las daily comic strip del personaje. Dark Horse las editó más tarde en formato prestigio, con color de mayor calidad y portadas de Mark Schultz, y las recopiló después en ese nuevo tomo de 288 páginas.

Korak1-2Un año después, en 2013, también de Russ Manning, se publicaron dos volúmenes Korak, hijo de Tarzán, un spin-off nacido de la serie principal en Gold Key, con guiones de Gaylord DuBois, donde el protago-nismo lo adquiere el que fuera Boy en el cine, y aquí es llamado Korak, («asesino«, en el lenguaje de los monos).  Alguno lo recordará también de Novaro.

Pero no acaba ahí el interés de Dark Horse por el personaje.  En 2013 publicó también El Tarzán No Autorizado, un excepcional volumen que recoge los Tarzán no autorizado4 números publicados por Charlton Comics en los años 60′, cuando consideraba que los derechos del personaje habían quedado bajo dominio público, y decidió crear una nueva versión del Señor de la Jungla en cómics. La serie Jungle Tales of Tarzan estuvo guionizada por Joe Gill, con dibujos de Sam J. Glanzman, hasta que se vio obligada a cerrar.  Al parecer, nunca habría sido publicada de nuevo hasta que fue recogida en este curioso volumen de 112 págs. en color y tapa dura, del que se lanzó también una edición limitada de 250 unidades firmadas por el dibujante. Su excepcionalidad radica principalmente en lo inapropiado de su publicación en su día, pero sin duda, ello lo hace único para coleccionistas.

No autorizado

Omnibus 2015Y aún hoy, junto al volumen de Jungle Tales que comentábamos al inicio del artículo, Dark Horse va a publicar este mismo mes de junio un Omnibus (formato que se ha puesto de moda, sobre todo en versión digital, donde se recopilan un gran número de cómics de una serie regular) que recoge los 20 números de Edgard Rice Burroughs’ Tarzan, publicados por la editorial entre 1996 y 1998, ya descatalogados. Entre sus páginas podemos encontrar los nombre de autores consagrados: Bruce Jones, Thomas Yeates, Al Williamson o Timothy Truman, y llamativas portadas de Bernie Wrightson, Arthur Suydam, Michael Kaluta, Mark Schultz, John Totleben. Un volumen en tapa blanda, con 512 páginas de acción y aventuras del Señor de la Jungla.

ERB's Tarzan

Tarzan TLA Suydam 0 Dean WilliamsY pensar que todo comenzó en 1995, con la publicación de Tarzán: the Lost Adventure, una novela incompleta del propio Edgard Rice Burroughs, cuyo manuscrito habría permanecido oculto tras su muerte, y pasado a formar parte de la leyenda; hasta que Joe R. Lansdale, autor de novelas de diversos géneros, cómics o guiones de series animadas, la completó, con éxito de crítica. Fue serializada en 4 volúmenes mensuales, con portadas excelentes de Arthur Suydam y dibujos interiores de grandes ilustradores: Thomas Yeates, Charles Vess, Gary Gianni, y Michael W. Kaluta, respectivamente.  Más tarde, fue reeditada como volumen completo, con una nueva portada de Dean Williams.

Tarzan TLA SuydamAh! Para el aficionado que no la conozca, la novela se puede encontrar en castellano y con ilustraciones en el Recopilatorio Barsoom 3, de nuevo disponible (al menos, por el momento.  Ver aquí, o pulsando sobre la imagen a continuación).

Barsoom 3 Cyberdark