HÉRCULES: Un origen… poco de leyenda

Se estrena en nuestro país Hércules: El Origen de la Leyenda… una película que NO IRÉ A VER, decididamente (me niego a hacerlo), tras conocer algo de su guión y haber visionado su tráiler.  Y eso que el personaje me resulta atractivo y lo he utilizado en escritos, que igual recupero en estas páginas.  Es más, si puedo, intentaré evitar que algunos cometáis un error, y aumentéis las arcas de productores americanos sin escrúpulos que saquean y tergiversan las leyendas y tradiciones que son legado de cultura, no ya de un pueblo sino de toda la humanidad.

Resulta que el Hércules (¿rubio?) que aquí se nos muestra, interpretado por Kellan Lutz (Crepúsculo toda una garantía, ¿verdad?), es sí, un semidios griego, que debe luchar contra la tiranía del rey Anfitrión, rey de Tebas (¿en serio… qué fue de Creonte…? ¿alguno de los guionistas ha leído mínimamente algo de la historia del personaje? ¿se ha preguntado el por qué, la etimología, de un sustantivo que en castellano y otras lenguas define a alguien que acoge a otro en su hogar?), y su hermano (mellizo) Ificles (padre, por cierto, de Yolao, su mejor  amigo y compañero en muchas de las aventuras); lucha por su amada Hebe (¿quién…? ¿qué ha pasado con Mégara?); es exiliado a Egipto, encarcelado y hecho esclavo (¿Conan?) y ha de luchar como gladiador, en un burdo remedo al tracio Espartaco, o el hispano Máximo Décimo Meridio, en medio de una escenografía y colores que intenta imitar a 300…  Y, por lo visto, se olvida de Euristeo, su primo, rey en Micenas en su lugar, su verdadero enemigo y quien le impone los trabajos por los que después pasa a la leyenda… ¿o eso vendrá más adelante?

En fin, para qué seguir con este engendro que, según todas las calificaciones, técnicamente no alcanza el aprobado…  Lo peor es que, siendo «el origen» puedan venir más…

Prefiero el Steve Reeves del antiguo peplum; al menos daba el tipo.

Advertidos quedáis.