CONAN REY: El Conquistador.

Ficha CR4 El Conquistador

 Esta ficha se quedó en el tintero, pese a estar preparada incluso antes de la aparición de la edición de Planeta.  Meses antes ya publicamos su reseña, sobre el original en inglés, que podéis recordar picando aquí.

Con ánimo completista, pero también porque en ella prometía comentarios sobre algunos aspectos que me parecieron interesantes y dejaba para su edición española, regresamos sobre ella. (Os recomiendo un repaso previo de la reseña anterior, aqui).

CeC 1-2-3-4-5-6 Giorello

Lo primero que quisiera reflejar es que este volumen supone (de momento al menos, pues no hay anunciada continuidad) la última colaboración del magnífico tándem responsable de la serie que conforman Timothy Truman y Tomás Giorello, junto al colorido de Tomás Villarrubia; en mi opinión, uno de los mejores y más completos que jamás se han ocupado del personaje en cómic, equiparable al ya mítico de Roy Thomas y John Buscema en Marvel.  Y no sólo por unos dibujos potentes y espectaculares que siguen el canon Frazetta, más propios de la revista Savage Sword que de la serie regular, potenciados por un color excelente, sino por la calidad de las adaptaciones de Truman, estudioso y buen conocedor del personaje, muy fiel al Howard original, cuyas aportaciones y licencias no son gratuitas sino que amplían y enriquecen la figura del cimmerio.  Sería de agradecer su regreso.  Por pedir, si no continuasen el personaje como rey de Aquilonia (tal vez en esa posible victoria sobre Zingara que Dale Ripke esboza en su cronología The Dark Storm, o en esos viajes a Hyrkania y Khitai, o las islas de un continente lejano en el hemisferio occidental que indica Howard, y utilizaron De Camp y Carter) a me gustaría que lo hicieran en la época previa a su alzamiento, mientras servía como soldado fronterizo en Más allá del Río Negro, El Negro Desconocido, o el episodio Lobos de allende la Frontera, por no decir una espectacular nueva adaptación de Uñas Rojas… relatos, todos, considerados entre lo mejor de su obra, narrados con una crudeza y realismo que trasciende lo que hay de fantástico en sus historias.

El fin de XaltotumSobre las licencias de Truman en el guión, una de las negativas es esa (que ya utilizó Roy Thomas, y él repite -la influencia del maestro es mayor de lo que parecía-) de que sea el propio Conan quien de muerte al brujo Xaltotum, algo que no sucede en la novela, donde Zelata y su lobo, con Hadratus -bruja y sacerdote- son quienes la producen.  A mi entender, origina una ruptura ilógica en la continuidad de la historia, pues Conan debe abandonar el combate en el que se encuentra envuelto para después regresar a él y derrotar al rey Tarascus.  También se pierde aquí ese momento mágico-poético en que aparece el carro del brujo y Hadratus coloca en él su cuerpo momificado para que lo transporte de regreso al reino perdido de Acheron (está claro que quien reescribe a Howard, por bueno que sea, se equivoca siempre).

Conan y ZenobiaY en este caso (no tan negativo, pues sirve a fines posteriores) Truman decide dar presencia a Zenobia y la traslada al altar del rey, para ser sacrificada en la cima de la colina donde transcurren los hechos y es salvada del sacrificio in-extremis  por el propio rey.  Con ello y su llegada al final, se ahorra el viaje a Nemedia para recogerla, como promete en la novela.  Ya en positivo (a mi entender), es el complemento a la personalidad y estado de ánimo de un rey Conan avejentado y cercano al final de sus días (que REH no toca), en el que se introduce bien -muy bien incluso- y amplía con éxito.  Su recurso de utilizar un rey crepuscular que narra sus historias en primera persona al escriba Pramis (y da origen a las Crónicas Nemedias) es acertado: cada capítulo en cómic (dos del original) se inicia con los recuerdos de éste, en los que transluce también sus sentimientos. Y en ellos Truman nos presenta una imagen humana del cimmerio, Un rey triste y soloprofundamente enamorado de Zenobia incluso años después de su muerte. Fue la única persona que tuvo cerca, y ahora la extraña, y se siente solo sin ella, ni sus compa-ñeros de aventuras y reinado, Pallantides, Trocero,… ya fallecidos. Incluso, al cierre, confiesa a Pramis«: ¿de qué sirve el poder y los tesoros que proporciona… si no tienes a quién ofrecérselos?«.  Y esto supone toda una declaración, un cambio importante respecto a la versión ofrecida y ampliada por DeCamp y Carter, y continuada en los comics de Marvel: Conan no tiene descendencia alguna, ningún hijo reconocido en quien abdicar y dejar la corona, nadie que continúe su linaje… (1)

Y se siente triste y solo.

No sabemos qué  deparará el futuro de la serie, el personaje en el fin de sus días. Sí -pues lo confiesa abiertamente en las páginas de este volumen- que no morirá sentado en el trono, sino en alguna postrer aventura allende el reino, recorriendo territorios desconocidos del mundo Hyborio en el que habita. Pero, sin duda, Truman nos deja una visión nueva del cimmerio, diferente a cuanto conocíamos
hasta el momento, abierta a terrenos inexplorados…Y es de agradecer.

Respecto a la edición española de Planeta de Agostini comics, en formato libro-comic siguiendo el formato de la edicion recopilada original, excelente como siempre, dos comentarios:

  • Por un lado, el acierto en elegir como portada la del último número de la serie, como pedía en el comentario anterior (a este paso, voy a tener que pensar que me siguen y hacen caso… aunque se trata de una elección bastante lógica)
  • Por otro (me sabe mal darle un «palo», pero he de hacerlo) un desacierto que es una verdadera metedura de pata y ruptura del criterio previo: el diseño de su lomo, muy diferente a los tres anteriores de la serie Conan Rey; más en este caso, que se trata de la segunda parte de un tomo anterior…  No sé quien tomará estas decisiones, sólo que está mal asesorado, no tiene ni idea de lo que hace y demuestra una falta de implicación y respeto hacia el producto final, y una jugarreta a los que presumimos de estos volúmenes en nuestra biblioteca, junto a otros libros de calidad.

conan-y-el-dios-de-medianoche

  1. Mucho tiene que ver con ello, al parecer, una antigua aventura de Conan Rey, publicada en los albores de su edición por Dark Horse, 2007 (un año después por Planeta): Conan y el Dios de Medianoche, cuya reseña inten-taremos recuperar en breve, no sólo por comentar este tema importante, sino porque también recoge una buena historia, diferente y de interés, que algunos no conocen.

Los próximos Conan. CONAN REY: El Conquistador.

CeC 6 GiorelloEn Julio finalizó en USA la serie Conan Rey: el Conquistador, segunda parte de la adaptación al cómic de la novela La Hora del Dragón, de Robert E. Howard, realizada de forma magnífica (como acostumbran) por Timothy Truman y Tomás Giorello, complemento indispensable del volumen previo, Conan Rey: La Hora del Dragón, que en España publicó en mayo Planeta de Agostini cómics (ver reseña, aquí).  En Usa, Dark Horse no ha anunciado todavía el tomo recopilatorio de los seis números de la serie, pero aquí está previsto que Planeta lo presente en noviembre, en formato libro-cómic, verdadera novela gráfica del personaje. Como indiqué en su día sobre su primera parte (en realidad los cuatro tomos hasta ahora de Conan Rey), está llamado a constituir una pieza indispensable en la biblioteca de todo buen aficionado a R.E. Howard y el cómic, una de sus buenas adaptaciones al noveno arte.

Truman y Giorello mantienen la misma estructura del tomo anterior, del que es continua-ción, adaptando un par de capítulos de la novela por cuadernillo, a los que enlaza con el relato de aquella gesta, narrada en primera persona por Conan, años después, al escriba nemedio Pramis. Un rey Conan avejentado, melancólico, y solitario tras la muerte de todos sus amigos y protagonistas de entonces; sobre todo sin su querida Zenobia, a quien añora, y recuerda en este episodio cómo la hizo su reina; sin ella, no tiene a nadie…  Comentaremos este hecho con la edición española.

Mientras, como hice en su día en la previa a La Hora del Dragón (aquí, para quien desee recordarlo), y para abrir boca, os dejo un resumen en imágenes (ampliables) de cada cuaderno. Pocos habrá a estas alturas que no conozcan la historia, una de las más completas de Howard; pero para aquel que no guste de spoilers pongo en color blanco los comentarios sobre la misma.  Habrá que resaltarlos con el cursor para leerlos (modificado en 2015: ya se pueden leer)

CeC 1

1 – Tras un recordatorio de los hechos previos en una doble página excelente, Conan llega a Argos, donde contacta con Publio, el perista de su época como corsario:

CeC 2

2 – A bordo de «El Aventurado», Conan encuentra entre los remeros a varios de sus antiguos corsarios negros, que se sublevan y ponen a su servicio, tras reconocer en él a Amra, el León

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3 – Persiguiendo a Thutotmes y el Corazón de Ahriman, Conan llega a Khemi con sus corsarios.  Pero lo más significativo del cuaderno es un extra añadido a la historia, cuando, en tiempo presente, el rey muestra a Pramis la tumba que le construyen, un mausoleo con estatua y magníficos relieves que recuerdan su vida, en el que le cimmerio se mea (literalmente, lo podéis ver en las imágenes), pues no está dispuesto a morir allí, en paz, sino en la aventura de una buena batalla, conociendo la parte del mundo que aún le resta.

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4 – El episodio con mayor presencia sobrenatural; donde Conan conoce a la sensual no muerta Akivasha, y el redivivo Thoth-Mekri, y se ve envuelto en una sangrienta lucha de magia entre estigios y los kithanios al servicio de Valerius que le persiguen.

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5 – Donde Conan recupera el Corazón de Ahriman, y con la ayuda de la vieja Zelata y Hadratus, el sacerdote de Asura, como mensajeros, y las tropas del conde Trocero de Poitain, inicia el levantamiento de sus súbditos contra el usurpador y la reconquista de su reino.

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6 – Ha llegado la batalla final.  Las tropas de Conan y Trocero cruzan el río Shirki y se unen al ejército de Pallantides, sin que la magia de Xaltotum pueda impedirlo, y se enfrentan en el valle de los leones a las fuerzas conjuntas del Barón Almaric y el rey nemedio, Tarascus, en un impresionante despliegue de grandes masas. Valerius cae ante la emboscada de Tiberias, y Xaltotum nada puede hacer frente a Zelata y el Corazón de Ahrimán en manos de Hadratus, el sacerdote de Asura. Y también Conan; en este punto Truman no ha podido resistirse a seguir los pasos de Roy Thomas en su día, y permitir que el brujo muera sin que el cimmerio esté presente; incluso va más allá que éste.  También comentaremos los hechos en la revisión de la edición española.

Y eso es todo… ¡casi nada!

Porque, ¿qué más se puede pedir a una historia de fantasía heroica?: aventura, viajes por medio mundo, guiños y recuerdos al pasado, acción a raudales; seres sobrenaturales, vampiros, nigromancia, acero y sangre, contiendas de magia entre facciones enfrentada; honor, traición, estrategia, despliegue de hombres y ejércitos en grandes batalla épicas… todo eso se encuentra en La Hora del Dragón y Conan el Conquistador.  Si, además, conserva esa otra magia de las palabras que posee la narrativa de R.E.Howard, bien mantenida, incluso ampliada en los sentimientos, en la adaptación de Truman, o esos impresionantes dibujos e ilustraciones de las páginas que construye Giorello, el aficionado a la narrativa fantástica (gráfica en este caso, pero también en la general), puede considerarse afortunado.

Volveremos sobre el tema a finales de año, tras la edición española de Planeta, que imagino excelente, como hasta ahora.  Eso sí, si en algo pudiera influir, pediría como portada del tomo (independiente a la que elija Dark Horse), la del número 6 de la serie, que encabeza este artículo.  Es la que más se adecua al volumen.

CONAN REY: LA HORA DEL DRAGÓN

Ficha CR3 LaHora del DragónNo creo engañar a nadie si digo que tengo entre mis manos una de las mejores novelas gráficas publicadas nunca sobre el cimmerio, primera parte de dos de esta moderna adaptación al cómic de la única novela que Robert E. Howard dedicó al personaje.  La historia, en sí, es una de las más atractivas del autor; épica, con un comienzo cargado de magia negra en la resurrección de un brujo ancestral, llamado por los enemigos de Conan para conseguir destronarle, contiene tanto batallas de ejércitos con grandes movimientos de masas como aventura individual. De ritmo intenso y narrativa excelente, la acción no cesa, capítulo a capítulo en esa misión que emprende el rey destronado por medio mundo para alcanzar esa joya que le ayudará a vencer la magia antigua de antaño y recuperar su reino, donde no faltan acertijos y presencia sobrenatural, encuentros con seres extraños de todo tipo, viejos enemigos y aliados perdidos, intrigas palaciegas, o el amor, la entrega que representa Zenobia, aliada en la desgracia, a quien terminará por hacer su reina.  Curiosa visión real la de Howard, magníficamente captada por Truman, en esa frase que Conan comenta al escriba en el episodio 3: ¿No te parece apropiado que este reino lo gobierne un salvaje sanguinario cuya reina había sido esclava en un harén?.

La Hora del Dragón, 6-1bYa he comentado antes (en La Ciudadela Escarlata, El Fénix en la Espada, o el avance a esta Hora del Dragón) la extraordinaria simbiosis que Timothy Truman, estudioso y buen conocedor de la obra de REH, consigue con el autor tejano, en su adaptación de Conan (¡que lástima que este equipo creativo no haya adaptado La Reina de la Costa Negra, otro de sus relatos emblema!).  Me repetiré, sin embargo, para indicar lo acertado de su elección de un personaje como Pramis, el escriba nemedio a quien un rey avejentado pero imponente narra sus historias pasadas; con ello consigue establecer un hilo conductor entre los cuadernos mensuales donde se publica inicialmente la historia, así como un papel destacado para Zenobia como reina y su influencia sobre el personaje, a quien recuerda con inmenso cariño años después de su muerte (tanto como para que un hombre de naturaleza violenta deje escapar sentimientos y alguna que otra lágrima).  Conan se encuentra cercano a su ocaso y el final de su reinado, como se deduce de la frase de Pramis, sobre el deseo de Publius, de que «acabe con la recopilación de las crónicas antes de que partáis hacia el oeste».  Con él no añoro al Roy Thomas de la mejor época; y eso, dicho por mí, ha de tomarse como un gran elogio.

LHdD Invasión

De igual forma que con Giorello no hecho en falta a Buscema (aunque siempre tendré en mi memoria al Big John), mucho menos a otros.  Son otros tiempos y no son comparables; cada uno en su estilo crean escenas impactantes, claroscuros que impresionan, gestos que destilan sentimientos, grandes masas en movimiento que traslucen acción.  El trabajo del argentino es también memorable, de trazo vivo y claroscuros intensos, en este caso utilizando sombras con carboncillo, que recuerdan en parte al mismo Alcalá, sin tantos rellenos debido al complemento del color (¡tiempos nuevos!), complemento magnífico a sus imágenes; bien aplicado por José Villarrubia, sombrío cuando lo merece, siempre con ese punto de luminosidad apreciable.

¡Y qué decir de esa portada impactante de Manuel Sanjulián! Sencillamente genial.  Da gusto detenerse en cada detalle de la obra, su composición serena pero poderosa, regia y bárbara a un tiempo, la sabiduría que delatan esos profundos ojos azules, el cansancio de los años y aún dispuesto para la acción. Gran acierto su elección frente a cualquiera de las seis de Gerald Parel, todas ellas excelentes pero sin comparación. Una elección que he pedido en más de una ocasión en post previos, y me congratula haber coincidido (no voy a pensar que me lean y haya influido, sino que resulta la elección más lógica).

Por todo ello, y la excelente edición de Planeta de Agostini, siguiendo a la original, me reitero en que éste es uno de los mejores volúmenes de Conan en cómics, que ningún aficionado se debe perder.

Tampoco su continuación, segunda parte de la novela original, titulada Conan Rey: el Conquistador, en honor al nombre con que fue publicada en 1977 por Gnome Press, cuyas seis portadas -de Giorello– reproducimos a continuación:

CeC 1-2-3-4-5-6 Giorello